Era travieso y altanero.
De mi cabeza solo caían,
Ideas y pelos.
También, algún que otro
Sombrero de pirata.
Y en el asalto al san Fernando
Encontré un yelmo de hojalata.
Abandoné los mares por praderas,
Y los barcos por caballos de guerra.
Y fui en busca de dragones y doncellas.
Y ahora que soy adulto,
Quisiera recordar,
Aquellas aventuras que solía imaginar.
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